El Canal 12 israelí, citando al departamento de rehabilitación del ministerio de asuntos militares del régimen, ha publicado una nueva información sobre la condición de los soldados y oficiales que han participado en la guerra en la Franja de Gaza.
Ha indicado que 16 500 soldados y oficiales heridos han sido hospitalizados desde el comienzo del conflicto, subrayando que 7300 militares que recibieron servicios médicos sufren también crisis psicológicas.
Al respecto, el expresidente del consejo nacional de seguridad israelí, Jacob Nagel, ha advertido sobre una grave crisis de este tipo entre los integrantes del ejército del régimen, resaltando que esta crisis existía antes del 7 de octubre de 2023 y se ha agravado desde entonces.
Ha subrayado que la crisis se observa tanto en el servicio activo como entre los soldados que prestan servicio obligatorio y las fuerzas de reserva.
Reportes muestran que las amputaciones entre los militares israelíes se han vuelto recurrentes y esto es un alto costo de la guerra que las autoridades del régimen intenta ocultar.
Los datos muestran que más de un tercio de los militares que han sido retirados del combate sufren problemas de salud mental. En agosto, la división de rehabilitación del ministerio de asuntos militares del régimen israelí señaló que cada mes, más de 1000 nuevos soldados son retirados del combate para recibir tratamiento, de los cuales el 35 % se queja de su estado mental y el 27 % experimenta “una reacción mental o un trastorno de estrés postraumático”.
La madre de un reservista militar israelí que se suicidó, dijo a CNN que su hijo Eliran Mizrahi, de 40 años, padre de cuatro hijos, regresó de Gaza como una “persona diferente”, traumatizado por la guerra y que a menudo le decía a su familia que sentía que salía “sangre invisible” de él.
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